Lo dice una leyenda: el Cabezo de la Jara custodia los restos del general Cneo Cornelio Escipión, que al parecer se refugió en estas montañas después de la batalla entre carthagineses y romanos.
En el cruce del observatorio astronómico hay que seguir por la izquierda, buscando la Casa Amarilla, en las faldas del monte, donde podemos dejar el coche...
No son las montañas californianas de las que hablan "los vagabundos del dharma" pero se pueden encontrar motivos por los cuales desear explorar y retener imagenes que sorprenden despues del primer juicio visual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario